por Josep Mª Reichardt 
La disputa por la herencia del empresario español Fernando Fernández Tapias, fallecido el 20 de julio, ha desatado una batalla legal entre los hijos de matrimonios previos y su viuda, Nuria González. La herencia, valorada en aproximadamente 3.000 millones de euros, incluye un vasto conglomerado de empresas familiares y activos significativos. Fernández Tapias, conocido por su rol en el Real Madrid y como presidente de la Cámara de Comercio, dejó un legado complicado con implicaciones profundas para su familia.
La lucha por la herencia se centra en la demanda de la mitad de ella por parte de González, basándose en sus veinte años de matrimonio y los dos hijos habidos con Fernández Tapias. Los hijos mayores argumentan la inexistencia de promesas hereditarias hacia González o su invalidez debido a la supuesta incapacidad de su padre para tomar decisiones. Esta disputa se intensificó tras un intento fallido de incapacitar al empresario en 2019, creando un ambiente tenso y acusaciones por parte de los hijos de que la viuda influenciaba las decisiones del empresario.
Un juez ha intervenido estableciendo una curatela para Fernández Tapias, asignando a González y a un antiguo asesor como curadores. Esta medida permite una gestión parcial del patrimonio bajo supervisión, a diferencia de una incapacitación total, que restringiría significativamente la capacidad jurídica del empresario. Este caso ilustra la complejidad de los litigios hereditarios en el contexto de las empresas familiares y la importancia de los especialistas en derecho sucesorio para resolver estas disputas??.
La situación del legado de Fernández Tapias refleja las dinámicas complicadas que a menudo surgen en las disputas de herencia, especialmente en empresas familiares donde las emociones y los intereses financieros están intrínsecamente entrelazados. La resolución de este caso, aún pendiente, probablemente tendrá un impacto significativo en el futuro de las empresas involucradas y en la cohesión de la empresa familiar.
