Gestión emocional de los hijos a la hora del divorcio de los padres

  • por Jesus Barreña
  • hace 2 años
  • Legal
  • 1
divorcio padres

Vamos a tratar sobre la gestión emocional de los hijos a la hora del divorcio de los padres.

Los problemas de convivencia en familias divorciadas con hijos son una situación que se ha dado siempre. Ahora se conoce más sobre como poder ayudar a pasar de la mejor manera posible esa etapa de la vida.

Tanto desde el punto de vista de los padres que se divorcian, como de los hijos, es un cambio en su vidas que en lógico que les afecte de una u otra manera. Son experiencia vitales que hay que gestionar.

Alguna de la inquietudes y mayores fricciones en familias separadas y divorciadas

  • Me molesta el hijo de mi pareja. Cuando después de un divorcio o separación se forma una nueva pareja pero existen hijos comunes por parte de uno o ambos miembros de dicha pareja, pueden existir fricciones en la convivencia que hay que tratar de corregir y superar dedicando tiempo y esfuerzo pues para los niños en ocasiones la situación tampoco es fácil.
  • No quiero hablar con el padre de mis hijos. En ocasiones el problema se deriva de rencillas entre los progenitores de unos hijos que en ocasiones aprovechan la relación que es necesaria entre ambos padres, para molestar y crear una situación de desasosiego en el otro progenitor, lo que hay que tratar de superar con moderación y mediación familiar.
  • Tengo dudas de ir a consulta de abogados de divorcio por no saber si puede permitírmelo. Siempre será conveniente ir a un abogado de confianza pues el problema que podamos sentir que tenemos se puede agravar por el mero hecho de gestionar inadecuadamente la relación jurídica o familiar derivada de una falta de asesoramiento.
  • Como sacar a mi marido de la casa legalmente. En ocasiones de entre los intereses familiares uno destacable el es derecho de uso de la casa, de manera que todo se puede hablar y pactar siempre y cuando sea a favor de derecho, pero siempre dentro de la Ley sin tomarse la justicia por la mano y crear situaciones de tensión y desagradables.

 

Cómo pueden afectar el divorcio a los hijos dependiendo de su edad:

Cómo afecta un divorcio a un Bebé

Los bebés son muy receptivos del estado de ánimo de papá y mamá de manera que si nosotros estamos tensos, irritables o deprimidos ellos lo notarán y les afectará de igual forma. El hecho de que los adultos estemos estresados puede hacer que no se atienda correctamente a las necesidades de estimulación y cuidado del bebé, lo que puede afectar a su correcto desarrollo.

Cómo afecta un divorcio a hijos en edad preescolar

Difícilmente son capaces de entender qué sucede, y si la ruptura está siendo complicada es posible que manifiesten estrés, ansiedad y miedos. ¿Cómo reaccionan ellos? Regresando a etapas anteriores del desarrollo ya superados (hacerse pis en la cama de nuevo, habla más infantilizada, rechazo de algunas comidas, etc.), dormir mal y tener pesadillas, miedo a la oscuridad o a ir solo por casa…No tiene el control de sus emociones es posible que nos encontremos con somatizaciones, expresiones físicas del malestar, como vómitos, dolor abdominal… En casos concretos es posible que detectemos que el niño está especialmente agresivo, es la forma en la que los niños gestionan la depresión y la exteriorizan, no con tristeza como en el caso de un adulto.

Cómo afecta un divorcio a hijos de edad próxima a la preadolescencia

Los niños pueden vivir en el momento la separación como un conflicto de lealtades, ¿ir con mamá significa que no quiero a papá? y que ello afecte tanto a su estado de ánimo como al rendimiento escolar. Puede darse el caso de verse afectada su autoestima y comenzar a mostrar problemas de conducta, especialmente en el caso de los chicos (no atender a las normas, conductas no ajustadas a lo correcto, etc.)

Cómo afecta un divorcio a hijos en adolescencia:

Los adolescentes, en esta justa etapa de su vida, acusan mucho las separaciones conflictivas. Podemos encontrarnos con depresión, problemas de conducta (delictiva, hábitos no saludables), dificultades para establecer vínculos afectivos (o tener relaciones de cercanía y confianza tanto ahora como a medio-largo plazo), etc.

Todo ello son cuestiones que contando con el apoyo de un profesional siempre van a ser llevadas de la mejor manera tanto para los hijos como para los padres.

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