En el entorno de crisis permanente pero sobre todo ahora con verse agravada, por el efecto de la COVID-19 y de la guerra en Ucrania, la crisis financiera de 2008 con las subprime, son muchas las empresas que se ven obligadas a dejar su actividad. Esto conlleva la disolución de la empresa y en algunos casos la disolución de empresa con deudas.