Estorninos y placas solares

  • por Josep Mª Reichardt
  • hace 7 meses
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Estorninos

Placas solares y estorninos

Los estorninos constituyen una plaga y algunos ayuntamientos, como el Ayuntamiento de Mollerussa, tratan de combatir la plaga de estorninos con una veintena de altavoces que emiten gritos de rapaces para ahuyentarlos. Los estorninos se refugian de noche en las poblaciones donde tienen sus dormitorios, para protegerse de los depredadores y por el gradiente térmico de las ciudades. La presencia masiva de estorninos estropea el pavimento y el mobiliario urbano con sus defecaciones. Los sistemas de prevención de la plaga de estos pájaros consisten en aparatos sonoros disuasorios y altavoces que están programados para emitir, cuando empieza a anochecer, una simulación de gritos de rapaces que asustan a los estorninos y así evitan que duerman en los árboles de las poblaciones y minimizan los problemas de salubridad que ocasionan y que motivan las quejas de la ciudadanía. Aunque estas medidas disuasorias son eficaces durante un tiempo los estorninos acaban acostumbrándose y vuelven a dormir en los árboles de las poblaciones.

En otras poblaciones, como Girona, se observan menos estorninos en la plaza poeta Marquina con las actuaciones para asustar a los pájaros consistentes en:

  • láseres,
  • sonidos de alarma
  • gritos de rapaces,
  • halcones,
  • trampas
  • artefactos pirotécnicos

Toda esta batería de medidas tiene un elevado coste económico y se utiliza para tratar de echar a las aves de los árboles de las poblaciones y aunque la empresa contratada señala que cada año detectan menos ejemplares por la efectividad del sistema, la intervención se tiene que repetir porque hay demasiados pájaros y sus heces ensucian la vía pública.

Los estorninos usan el caos como arma defensiva.

Cuando estos estorninos se disponen a bajar en grandes bandadas a dormir a los árboles de las poblaciones el halcón peregrino trata de capturarlos pero ¿quién ganará la velocidad del halcón o la caótica formación de los estorninos? Los estorninos con sus movimientos coordinados despistan al halcón que apenas logra hacerse con alguna presa.

Otras causas de la expansión de los estorninos son:

  • Su gregarismo que los protege frente a aves y otros depredadores.
  • Los estorninos acosan y expulsan a otras aves de sus nidos.
  • Los estorninos acaban con el alimento que permite sobrevivir a otras especies en invierno.
  • Hay una correlación entre la gran cantidad de estorninos y el declive de otras especies.
  • Son una especie omnívora que puede explotar una amplia gama de alimentos, desde invertebrados, hasta semillas y frutas.
  • Su visión binocular combinada con las características de su pico les permite encontrar alimentos en climas más fríos mejor que otras aves, lo que significa que no tienen que migrar a climas más cálidos en invierno.
  • Sus habilidades cognitivas lo hacen prácticamente invulnerable a los ataques por parte de los humanos.

Estorninos, una especie invasora que vino para quedarse.

El estornino pinto, también conocido como Sturnus vulgaris, es una especie de ave que pertenece a la familia Sturnidae. Se caracteriza por su plumaje negro iridiscente con manchas blancas en forma de estrellas en su parte superior durante la época de reproducción. En invierno, su plumaje se vuelve más moteado.

Los estorninos pintos son aves omnívoras y se alimentan de una amplia variedad de alimentos, incluyendo insectos, gusanos, frutas, semillas y desperdicios humanos. Son conocidos por su capacidad para imitar sonidos y pueden ser bastante ruidosos en sus bandadas. Esta especie es nativa de Europa, pero también se ha introducido en otras partes del mundo, incluyendo América del Norte. Son aves sociales que suelen formar grandes grupos durante el invierno, y pueden causar problemas en áreas urbanas debido a su comportamiento y hábitos gregarios.

El estornino pinto Sturnus vulgaris ya ha invadido América tanto en su parte norte, central, como sur. Esta voraz especie invasora llegó a Estados Unidos por culpa de Shakespeare, en efecto una fría mañana de marzo de 1890, el farmacéutico y aficionado al teatro Eugene Schieffelin, inmigrante de origen alemán, se dirigió al Central Park de Nueva York cargado con jaulas llenas de pájaros. Influenciado por la obra de William Shakespeare, Schieffelin abrió las jaulas y liberó los pájaros. Este grave error medioambiental cambió la ecología de Estados Unidos para siempre.

Shakespeare solo mencionó a los estorninos una vez en «Enrique IV» Hotspur se rebela contra el rey y piensa que una forma de atormentarlo sería enseñar a un estornino a decir «Mortimer», el nombre de uno de los enemigos del rey. Esa única mención es la causante de un auténtico desastre ambiental.

Schieffelin era miembro de la Sociedad Estadounidense de Aclimatación, que tenía como objetivo introducir plantas y aves de Europa en el «Nuevo Mundo», para que los inmigrantes se sintieran como en casa al llegar a la nueva nación de América. Su irresponsable acto es la causa de que hoy existan en América del Norte alrededor de 200 millones de estorninos lo que constituye un desastre para los agricultores y para los ganaderos y también para las viviendas y el mobiliario urbano de las ciudades. Se estima que, cada año, esta especie invasora causa casi US$1.000 millones en daños en los Estados Unidos de América.

También son un grave peligro para la aviación porque cuando un aparato cruza una de sus espesas bandadas las aves se introducen en los motores y los efectos son devastadores.

En el caso de Sudamérica, su presencia es un fenómeno más contemporáneo, con los primeros avistamientos registrados en Buenos Aires a principios de la década de 1980, particularmente en Argentina, ejerciendo una presión significativa sobre el ecosistema local. Expertos de la Universidad Nacional de La Plata se encuentran analizando las pautas comportamentales y las repercusiones de estos pájaros en el entorno.

“Las criaturas foráneas entran en competencia con las nativas por los mismos recursos. Mover e introducir una especie en un nuevo entorno es siempre el inicio de un proceso invasivo. Pero la etapa final de este proceso, donde la especie logra establecerse con una población en crecimiento y expansión, es influenciada por múltiples elementos”, comentó el Dr. Adrián Jauregui, líder de la investigación y miembro del Laboratorio de Ecología de Aves del Instituto de Limnología “Dr. Raúl A. Ringuelet”, vinculado a la Universidad Nacional de La Plata y al CONICET.

Los nidos en las placas solares

El estornino pinto es un ave paseriforme que busca cavidades para anidar y que ha extendido su presencia a Oceanía y a América.

Los estorninos a menudo se confunden con los córvidos porque son unos excelentes imitadores que tienen capacidad de copiar el canto de otras aves, pero no se conforman con eso, sino que también reproducen con fidelidad sonidos tan distintos como el croar de las ranas, el teléfono móvil o la alarma de un coche. También se les ha relacionado a menudo con los córvidos por el color oscuro de su plumaje, la capacidad para emitir graznidos y por su alta capacidad cognitiva. Es en este último rasgo donde radica su facilidad para reconocer cantos de aves u otros sonidos, memorizarlos y emitirlos en determinadas circunstancias o épocas del año.

Pero lamentablemente su expansión descontrolada está perjudicando otras especies nativas y causando graves daños a la agricultura, la ganadería y en las ciudades. Y lo más lamentable es que nosotros estamos facilitando dicha expansión:

Las placas solares para la producción de energía eléctrica o de agua caliente sanitaria se colocan en nuestros tejados. Si se trata de una construcción moderna las placas ya están integradas en la estructura del edificio, sin embargo en muchas de las casas que tienen un tejado de tejas árabes las placas se colocan encima de las tejas, lo que facilita un montón de cavidades donde estas aves pueden anidar y sacar adelante sus nidadas con toda seguridad.

Los nidos de los estorninos son muy voluminosos y a menudo están compuestos de materiales muy heterogéneos además de vegetales, como plásticos, trozos de tela y sobre todo trozos de poliestireno expandido conocido como porexpan que obtienen de basureros e incluso por las protecciones antiaves que ponemos en los aleros de nuestros edificios. Estos voluminosos nidos incrustados entre las tejas y las placas solares pueden perjudicar gravemente la integridad del edificio, en efecto: en caso de lluvias torrenciales el agua queda retenida por el nido y las canales se llenan de agua hasta el nivel de la teja anterior por donde el agua puede entrar en el edificio y causar goteras y toda clase de desperfectos.

Pero a los estorninos no les importan los desperfectos que puedan causar en los edificios y gracias a nuestras casas y nuestras placas solares están medrando a unas tasas de crecimiento nunca vistas antes de la era de las energías renovables.

 

 

 

 

 

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