por Dieter W. Heinichen Las crisis llegan por oleadas: primero fue la de las subprimes de 2007-2008, después a partir de 2019 la pandemia de la COVID 19 y ahora estamos viviendo las dificultades derivadas de la guerra de Ucrania. Son muchas las familias que han visto reducidos sus ingresos y aumentados sus gastos y en consecuencia, que tienen serias dificultades económicas incluso para atender los pagos más básicos, y por lo tanto aumentan los casos de desahucio por falta de pago o de desahucio por impago de alquiler.
Muestra de las dificultades económicas es el elevado número de familias que tienen que recurrir al Banco de Alimentos y también las medidas extraordinarias que las Administraciones tienen que tomar para prevenir o evitar la avalancha de desahucios por impago, sea de las cuotas del préstamo hipotecario, sea de la renta del alquiler.
Lamentablemente, a parte de las familias que sufren auténticos problemas económicos, hay otro colectivo que, aprovechándose de la situación, intentan confundirse con la masa de los afectados para evitar el pago de los alquileres.
La táctica de estos individuos consiste en aparentar que se esfuerzan en pagar pero de facto lo que hacen es ir demorando los pagos o saltándose alguna mensualidad puntualmente, así el propietario confunde una demora que considera puntual con la clara voluntad del inquilino moroso de no pagar los alquileres, hasta que es tarde y el problema se ha vuelto demasiado grande. El propietario a menudo piensa que se solventará la situación de impago y recuperará las cuotas perdidas, pero si ha caído en manos de este tipo de inquilinos morosos profesionales lo único que conseguirá será hacer la deuda mayor.
Este tipo de inquilinos problemáticos viven de ir estafando pequeñas cantidades a los sucesivos propietarios que les arriendan viviendas o locales de negocios que, claramente, se aprovechan de las situaciones de crisis, les afecten o no, para eludir sus obligaciones de pago. Siempre encuentran una justificación para hacerlo, por ejemplo respecto de las características de la vivienda o del local arrendados, y que ellos creen que es excusa suficiente para el impago de sus rentas debidas. Al principio aparentan negociar con el propietario la demora en el pago de las rentas, que contractualmente se tienen que liquidar antes del día 5 de cada mes, con excusas como que sus clientes no le han pagado o que la ayuda de la administración no llega hasta el día 10. Pero si el propietario acepta sus excusas irán alargando los plazos porque las ayudas no llegan hasta el día 20 y así hasta saltarse un mes entero de renta. Suelen ser muy conflictivos y argumentan con agresividad que ellos tienen problemas económicos y no les importa si le están causando problemas económicos a quien les ha arrendado la vivienda o el local, y señalan al propietario como si todos los contratos de alquiler los suscribiera un gran tenedor, sea un banco o un fondo de inversión.
Por si se trata de un moroso profesional, al primer impago o falta de puntualidad en el pago se debe recurrir de inmediato a un abogado especialista en desahucio por impago de las rentas de alquiler que, basado en su experiencia, negociará con el inquilino la liquidación de la deuda pendiente o directamente tomará las medidas necesarias para proceder al desahucio por impago de rentas.
Lamentablemente la Administración de Justicia es excesivamente proteccionista y parece diseñada para favorecer a estos inquilinos morosos profesionales y perjudicar a los propietarios, y cuando por fin aceptan a trámite una demanda de desahucio, después de meses de espera con la excusa de la COVID o por otros motivos, fijan una fecha de juicio para atender la demanda por impago de rentas varios meses posterior, y todavía más meses después se fija la fecha del lanzamiento, y mientras tanto el inquilino moroso sigue viviendo tranquilamente en la vivienda alquilada y sin pagar ninguna renta.
¿Qué tiene que hacer el propietarioante un desahucio por impago de alquiler?
Aconsejamos a todos los propietarios que tengan una vivienda o local en alquiler que tomen precauciones contra los inquilinos morosos profesionales y que, al primer síntoma de retraso o regateo en las condiciones del contrato de alquiler, acudan a un abogado especialista en desahucios por impago de rentas, porque van a tener que llevar al inquilino al Juzgado para que le devuelvan la posesión de su vivienda que, mientrastanto, está en posesión del arrendatario.
Tal vez sus inquilinos sean buenas personas, cumplidoras y honradas, a las que el propietario quisiera ayudar a pagar su renta en caso de pasen por dificultades económicas transitorias, pero hay un sinnúmero de inquilinos morosos profesionales que van de vivienda en vivienda y de local en local dejando cuantiosas cantidades pendientes de pago a su paso. Conocemos el caso de un inquilino que con lo que ha estafado al propietario de su vivienda ha ahorrado dinero suficiente para cambiar el local comercial del negocio por uno de mayor y en una zona más comercial que el que tenía. Por cierto que al propietario del local antiguo también han dejado de pagarle rentas, y seguramente al propietario del nuevo local también le dejará de pagar más tarde o temprano.
